Toxina Botulínica y Rellenos Faciales
¿Qué es la Toxina Botulínica y Rellenos Faciales?
La toxina botulínica tipo A, con marcas conocidas como Botox® Dysport®, Lantox®, corresponde a una neurotoxina producida por el Clostridium Botullinum que actúa inhibiendo la contracción muscular en el sitio aplicado, disminuyendo con ello las líneas de expresión y generando una apariencia más juvenil, una mirada más atractiva y otros cambios sutiles pero a la vez impactantes dependiendo del sitio de aplicación.
Su duración usualmente alcanza los 6 meses, sin embargo es variable en cada paciente, y a partir de ese momento es necesario repetir las dosis pertinentes para mantener el resultado deseado. Ningún resultado es definitivo.
¿Cómo funciona?
Sus principales indicaciones y sitios de aplicación en el campo de la estética, corresponden a los músculos de la región glabelar (cuya contracción contribuye a la apariencia del “ceño fruncido” dando una apariencia de enojo, rudeza y mayor edad), la región orbitaria lateral (para combatir la famosa “pata de gallina” producida por contracción del músculo Orbicularis Oculi), la región frontal (disminuyendo las ritides o arrugas transversas sobre la frente), la región nasal lateral (en aquellas personas que al contraer la nariz presentan arrugas acentuadas en esta región, conocidas como ”bunny lines o líneas de conejo”), y en el tercio inferior de la cara para combatir las líneas laterales a nivel de las comisuras de los labios.
¿Qué es el Ácido Hialurónico?
El ácido hialurónico es un componente natural de nuestro cuerpo, con propiedades muy benéficas para la piel al lograr retener agua y desarrollar colágeno, por ello su amplio uso en el campo estético. Sus principales usos corresponden al relleno y contorneado de los labios y pómulos, y en general logra disminuir las marcas o surcos cutáneos acentuados, como ocurre frecuentemente con el surco naso geniano; igualmente ayuda a reducir las cicatrices del acné severo . Dentro de las marcas disponibles en nuestro país, Juvederm® y Restylane®.
Ambos son procedimientos sencillos, no dolorosos, completamente ambulatorios y con cuidados mínimos posterior a los mismos.